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Reconciliación (Confesión)
El Sacramento de la Penitencia (Confesión) es una de las maneras más eficaces y personales de ministrar el amor de Dios a los fieles.
El sacramento de la reconciliación
La reconciliación (también conocida como confesión) ofrece al penitente la oportunidad de hablar de corazón a corazón con un sacerdote de la Iglesia sobre las desilusiones y los fracasos que forman parte de todas nuestras vidas, pero que adquieren una forma particular en la vida de cada persona. Proporciona al ministro la oportunidad de presentar una vez más a los fieles de Dios a "Cristo como mysterium pietatis, aquel en quien Dios nos muestra su corazón compasivo y nos reconcilia plenamente consigo mismo" (Juan Pablo II, Novo Millennio Inuente, 37). Este sacramento es un medio primordial para edificar la Iglesia y fortalecer su fe. Proporciona a los miembros de la Iglesia una nueva experiencia de ser amados por Dios y puede darles una apreciación más profunda de su vocación bautismal de ser ministros del Evangelio de Cristo. El sacramento de la reconciliación ("confesión") está disponible en la Abadía de San Agustín, Chilworth, para personas individuales en persona, solo con cita previa; envíenos un mensaje aquí si desea organizar esto.